¡Hola Familia!

Hoy es un día muy especial: es el día del PADRE y desde aquí, humildemente, quería rendir un homenaje a mi padre en especial que es el bellezon de la foto, y a todos esos padres maravillosos que forman parte de mi Familia con mayúsculas.

Ser padre no es fácil. No lo era antes y no lo es ahora. Quizás los más jóvenes no hayan oído la expresión: “cuando seas padre, comerás huevos”, pero es muy significativa de la situación que se vivía en los tiempos de hambre y carestía de alimentos. Muchas familias no tenían apenas para comer y solo los más afortunados contaban con gallinas que ponían un huevo y con suerte, dos al día. Esos huevos se destinaban exclusivamente al cabeza de familia, al padre, ya que como sustentador de la familia, debía estar bien alimentado para poder trabajar y llevar el jornal a casa. En esas circunstancias, los hijos que pasaban hambre, protestaban y de ahí que las madres les contestasen con la famosa frase.

Hoy, afortunadamente no estamos en la misma situación. El hombre ya no tiene el peso de mantener a la familia. Hoy, afortunadamente las mujeres y los hombres tienden a igualarse en responsabilidades y ambos contribuyen económicamente al sustento de la familia. Sin embargo no es fácil ser padre en la sociedad actual y sobre todo, no es fácil ser padre separado o divorciado.

No se puede generalizar, hay excepciones y más en el ámbito del derecho de familia que cada caso es distinto y cada familia es distinta, pero por mi experiencia, os diré que en muchas ocasiones, no lo tienen nada fácil.

En la mayoría de las ocasiones, es el hombre el que se va del hogar familiar, se busca un piso de alquiler y continúa pagando la mitad de la hipoteca. En la mayoría de los casos, si no consiguen un acuerdo diferente y mejorado, tan solo cuenta con un régimen de visitas de fines de semana alternos, y un día entre semana para ver a sus hijos. Si se hacen bien los “deberes” se fijara una pensión de alimentos a favor de sus hijos, acorde con las necesidades de los menores y de sus posibilidades económicas, pero también os diré que he visto convenios en los que los padres han asumido unas cantidades escandalosamente elevadas, que le impiden prácticamente vivir, movidos por la culpa, las ganas de evitar conflictos y la falta de asesoramiento entre otras causas.

A lo largo de mi trayectoria profesional me he encontrado muchos padres, implicados, responsables, deseosos de pasar el mayor tiempo con sus hijos, y que las circunstancias, los intereses contrarios e incluso el propio sistema legal y judicial, ha impedido que pudieran cumplir con sus expectativas y deseos que en última instancia benefician a lo principal y más importante: sus hijos.

Por eso, felicidades a todos esos PADRES, con mayúscula y disfrutemos de ellos, no solo hoy, sino TODOS LOS DÍAS.

¡Feliz dia y a disfrutar!