Te he hablado otras veces de la mediación en mi blog, pero en esta ocasión quiero explicarte con más detalle quién es y qué hace un mediador.

Lo primero que debes saber es que el mediador es un profesional especializado y formado en mediación. Para ser mediador la ley 5/2012 de 6 de julio de mediación en asunos civiles y mercantiles, exige tener título universitario o formación profesional superior y contar con formación especifica para ejercer la mediación, adquirida mediante la realización de uno o varios cursos específicos impartidos por instituciones debidamente acreditadas. Te contaré mi caso concreto. Yo soy mediadora especializada en familia, civil y mercantil. Para ello, además de ser licenciada en derecho, en el 2013 realice cursos de formación general y especialización en mediación familiar en el ICAM. Desde entonces, sigo formándome continuamente y realizando mediaciones para MEDIAICAM y a nivel privado.  

¿Qué hace un mediador?

Ayuda a las partes, pero ¿cómo lo hace? Gestionando la comunicación entre ellas. Genera un clima de confianza para que las partes, ellas mismas, comiencen a sugerir alternativas de futuro y dejen de mirar al pasado. Este es el verdadero trabajo y el reto del mediador: lograr que los mediados se escuchen, se respeten y puedan comunicarse.

¿Dónde actúa un mediador? Un mediador puede intervenir siempre que haya posibilidades de resolver un conflicto. Pero no en todos los conflictos. La ley de mediación de 2012 excluye la mediación penal y la mediación con las Administraciones públicas. En concreto, la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, prohíbe expresamente, en su artículo 44, la mediación en casos de Violencia sobre la mujer, tanto en el orden penal como en el orden civil. Al margen de los casos de violencia de género, y fruto de la modificación del CP en 2015 se están llevando a cabo mediaciones penales en algunos supuestos concretos, a través de la justicia restaurativa. Con ella lo que se pretende es el reconocimiento por parte del infractor del daño causado la víctima, más allá de las sanciones o penas.   

Ya has visto lo que puede hacer un mediador, pero ¿Qué no hace un mediador?

No debe asesorar a los mediados, aunque su profesión de base lo permitiera. Tampoco hará terapia, aunque la mediación puede tener efectos terapéuticos. No debe dar la razón, ni valorar quien dice la verdad y quien no. No debe opinar. Y muy importante, no debe dar la solución. ¿Sabes por qué? Porque si lo hiciera, si el mediador les dice a los mediados lo que tienen que hacer, el compromiso al que lleguen no seria fruto de su deseo sino del de un tercero. Esta demostrado que cuando se participa de un proceso de toma de decisiones y estas son producto de lo que se desea realmente, el cumplimiento de esos acuerdos es espontaneo.

¿Sabías quién es y qué hace un mediador? ¿Te gustaría intentar resolver tu conflicto en mediación? ¿Te ayudo?

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¡Gracias por leerme y nos vemos pronto!